Efectos de la orografía sobre el clima

viernes, 10 de diciembre de 2010

Nubosidad

Nubes orográficas en la dorsal volcánica de la Isla de La Palma procedentes de la zona de barlovento, es decir, del este y noreste, a la izquierda de la imagen.
Nube lenticular formada en el ascenso de un cumulonimbo después de que ha perdido su energía por la lluvia caída en su parte central.
Como norma general, las zonas montañosas suelen tener mayor nubosidad que las ubicadas a menor altura. Esto se debe a que las cordilleras y montañas producen un ascenso forzado de los vientos que, al ascender, disminuyen su temperatura y producen la condensación de la humedad que llevan formando nubes en las laderas o vertientes de barlovento. En el lado de sotavento suelen producirse nubes hasta cierta altura, porque al bajar la corriente de aire procedente de barlovento, el aire se calienta adiabáticamente y desaparecen las nubes a un nivel determinado formando una especie de techo al aumentar con el descenso tanto la presión como la temperatura. Una alineación montañosa puede formar diversos tipos de nubes, incluyendo lo que denominan nubes lenticulares, producidas sobre la cordillera cuando hay un ascenso de las masas de aire húmedo producido de manera simultánea desde los dos flancos de la misma.

Lluvias


La precipitación orográfica es la precipitación generada por condensación durante un movimiento de aire ascendente forzado al encontrar un obstáculo en el relieve topográfico. La orografía puede jugar un papel principal en la cantidad, intensidad y duración de la precipitación. Los investigadores han descubierto que la anchura de barrera, la pendiente de la cuesta y la velocidad de subida son los factores principales que controlan la distribución y la intensidad de precipitación orográfica. Las simulaciones de ordenador muestran que barreras estrechas y cuestas más escarpadas producen velocidades de ascenso del aire más fuertes incrementando así la precipitación orográfica.
En Nueva Zelanda, la mayor parte de la precipitación recibida en la isla principal (la isla del Sur) se produce sobre el lado de barlovento (el oeste, donde existe una cordillera bastante elevada denominada Alpes neocelandeses), mientras que el lado de sotavento, hacia el este, es mucho más seco.

Vientos

Las crestas de las montañas pueden acelerar considerablemente la velocidad de los vientos cuando estos atraviesan desfiladeros, puertos o pasos de montaña, abras o collados, donde el aire se ve forzado a aumentar su velocidad al estrecharse la sección que atraviesa. Es el caso del Monte Washington en Nueva Inglaterra, donde se han registrado los vientos de mayor velocidad en nuestro planeta: 231 millas por hora, es decir, 372 km/h, registrado en la tarde del 12 de abril de 1934 . Todas las cordilleras tienen esas angosturas ubicadas en las crestas que proporcionan lugares propicios para la producción de vientos de gran velocidad e intensidad. Se han registrado vientos de mayor velocidad, pero que no están asociados al efecto de la orografía.

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